CRITICUNDER

Como si fuera nadie, estando acompañado.



Por: Florencia Di Santo (Colaboradora)
florencia.criticunder@ymail.com

Dos vidas diversas, sin grandes saltos. Dos vidas desconocidas que no tenían en mente encontrarse, dos vidas que se cruzan. Una soledad que por momentos angustia, por espacios acompaña, y por situaciones enloquece. Como si fuera nadie se presenta todos los sábados a las 21 horas en el centro cultural Caras y Caretas.
Una mujer, un banco y una plaza son las características que presenta la función. Una angustia que se traspasa a un llanto agarrador teniendo un transfundo aun mayor. Por casualidad, o causalidad un hombre pasa por esa plaza, por ese banco, y es su mirada la que se detiene frente a tan cruel y llamativa realidad.
Ambos empiezan a conocerse, sin desnudar su interior. Sin emitir una característica fiel de su vida. Los dos narran aquello que les sale en el momento, mintiendo y mintiéndose a sí mismo. Ellos quieren conocerse pero un temor los impide.
Solos saltan las vallas del prejuicio, las angustias del dolor, y la frialdad a lo desconocido. Se sueltan, se hablan, se conocen y gratificantemente logran asombrarse de la fiel vida de cada uno.
Hugo Cosiansi, Yael Ken son dos actores que tienen esa palabra bien llevada. Saben defender su personaje frente a las diferentes representaciones que el teatro argentino les puede presentar. Se compenetran, se conocen, se enredan en una historia que tiene un llevar lento y un andar luminoso.
La dirección de Julio Baccaro, presenta la vuelta a la dirección y el guion de los espectáculos argentinos, el sabe llevar una obra con un bien andar, el transmite aquello que los espectadores desean en ocasiones encontrar.
La clave del espectáculo no solo está en las interpretaciones o su libreto, el lugar físico que el Centro Cultural Caras y Caretas presenta, es una característica fiel para la función, se ubica en el patio del mismo, en donde el verde, la luz del cielo nocturno, la luminosidad de la luna son claves en cada destino. El verde que se presenta acompaña este banco situado en una plaza. Logrando llevar a los espectadores a un mas allá.
Un final que muchos pueden suponer, y otros tantos desean encontrar en su vida. La soledad por momentos se presenta a menudo en los seres humanos en donde la introspección hacia uno mismo, puede ser el fiel denominador entre los habitantes de esta ciudad. Una soledad que en Como si estuviera solo, presenta un antes y un después. Una obra con una historia que merece ser vista.

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